Conocías el término Micro-osteoperforaciones, hoy te explicaremos este fascinante método moderno para minimizar el trabajo de ortodoncia.
Cuando pensamos en ortodoncia, lo primero que nos viene a la mente son los brackets o los alineadores transparentes.
Pero detrás de esas piezas que ves en los dientes hay mucha ciencia, especialmente sobre cómo se mueve un diente dentro del hueso.
Y sí, los dientes se mueven dentro del hueso, aunque parezca que están fijos.
Ese movimiento es posible gracias a un proceso llamado remodelación ósea, donde el hueso que sostiene el diente (llamado hueso alveolar) se “disuelve” en una zona y se “reconstruye” en otra.
Esto permite que el diente avance poco a poco hacia su nueva posición.
Sin embargo, este proceso no siempre ocurre a la velocidad que los pacientes —y los ortodoncistas— quisieran.
Aquí es donde entra en escena una técnica interesante y bastante moderna: las micro-osteoperforaciones, o simplemente MOPs.
¿Qué son las micro-osteoperforaciones?
Las micro-osteoperforaciones son pequeños orificios que se realizan de forma controlada en el hueso que rodea los dientes.
Esta tecnica lo que logra son perforaciones grandes ni dolorosas, se hacen con herramientas muy precisas, normalmente bajo anestesia local, y tienen como propósito “activar” el hueso.
Podríamos compararlo con “despertar” al hueso:
cuando se hace una micro-perforación, el cuerpo reacciona enviando más células encargadas de reparar el tejido y remodelar el hueso.
Y justo esa reacción puede ayudar a que los dientes se muevan más fácilmente durante el tratamiento de ortodoncia.
En resumen:
Las micro-osteoperforaciones estimulan al hueso para que reaccione y permita un movimiento dental más rápido y eficiente.
UNAM Simula las s micro-osteoperforaciones en un modelo 3D con excelentes resultados
El estudio publicado en la Revista Mexicana de Ortodoncia buscó entender cómo afectan estas perforaciones al hueso cuando se aplican fuerzas para mover los dientes.
Para eso, los investigadores no trabajaron directamente en personas, sino que usaron una técnica de simulación por computadora llamada “análisis de elementos finitos”.
El análisis es una forma que tienen los científicos de estudiar cómo se comportan los materiales (en este caso, el hueso) cuando se les aplican fuerzas.
Se crea un modelo 3D virtual del diente, del hueso y de las raíces, y se simula cómo se deforma o se estresa esa estructura cuando el ortodoncista ejerce presión para mover el diente.
Esto permite ver, con mucho detalle, qué zonas del hueso “sufren” más, cuáles se estiran, cuáles se comprimen, y cómo cambia todo si se hacen micro-osteoperforaciones.
La facilidad del movimiento dental fue lograda en el experimento
Los investigadores crearon varios modelos digitales de un premolar superior derecho (uno de los dientes que está detrás del colmillo) con sus tejidos de soporte.
Luego aplicaron una fuerza que imitaba el movimiento que un ortodoncista podría usar para expandir el diente hacia afuera (es decir, hacia el labio).
Compararon un modelo “normal”, sin perforaciones, con otros que tenían micro-osteoperforaciones de distintas características:
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Diferente número de perforaciones (por ejemplo, 4 o 9).
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Diferente profundidad (más superficiales o más profundas).
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Diferente diámetro (más finas o más anchas).
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De esa manera pudieron analizar qué combinación producía más cambios en el hueso y, por lo tanto, podía facilitar más el movimiento dental.
Micro- movimientos internos gracias a estas perforaciones que brindan grandes beneficios
Los resultados fueron muy interesantes:
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Cuando aumentaban el número, la profundidad o el diámetro de las perforaciones, el hueso mostraba mayores deformaciones o “micro-movimientos” internos.
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Esto significa que el hueso se “activaba” más y probablemente reaccionaba mejor al movimiento del diente.
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En cambio, cuando las perforaciones eran muy pequeñas o poco profundas, el efecto era menor.
Es decir, el hueso no mostraba tanto cambio y el movimiento podría ser más lento. -
Sin embargo, los autores también señalan que hay un equilibrio importante: no se trata de hacer más perforaciones porque sí, sino de encontrar el punto justo donde se logre estimular el hueso sin dañarlo ni causar molestias innecesarias.
Las microperforaciones marcan el futuro de pacientes los pacientes en ortodoncia
Aunque este estudio fue una simulación por computadora (no una prueba clínica en personas), sus resultados dan pistas importantes para el futuro de la ortodoncia.
Esto podría significar que, con el tiempo y más investigación, los ortodoncistas podrían usar MOPs para:
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Reducir la duración del tratamiento con brackets o alineadores.
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Disminuir la resistencia del hueso al movimiento dental.
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Hacer los tratamientos más predecibles y eficientes.
Sin embargo, todavía es una técnica complementaria y experimental.
No todos los ortodoncistas la usan, y no todos los pacientes la necesitan. Depende del tipo de movimiento, del hueso de cada persona y de la valoración clínica del especialista.
Si estás en tratamiento de ortodoncia…
No te preocupes, no significa que tu tratamiento sin MOPs sea “peor” o “más lento”.
Cada caso es distinto, y los avances científicos sirven para mejorar poco a poco las técnicas existentes.
Si te interesa este tema, puedes preguntarle a tu ortodoncista:
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¿Qué opinas de las micro-osteoperforaciones?
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¿Serían útiles en mi caso?
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¿Hay evidencia clínica que respalde su uso?
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¿Qué beneficios o riesgos tendría?
Lo importante es mantenerte informado y entender que la ortodoncia es mucho más que “alinear dientes”: es una ciencia que combina biología, física e ingeniería para lograr sonrisas saludables y funcionales.
