¿Cuál es la Edad Ideal para llevar a los Niños con el Ortodoncista?

¿Tienes hijos pequeños, y tienes duda de cuándo llevar a los niños con el ortodoncista a su primera consulta? No te preocupes, que hemos escrito este artículo justamente para ti, que te preocupas por el bienestar de tus niños.

Llevar a los Niños con el Ortodoncista

La importancia de llevar a tus niños con el dentista desde pequeños radica en la oportunidad de evitar problemas a largo o corto plazo, que pueden agudizarse y desencadenar problemas mayores, o terminar en el quirófano.

Si bien sabemos que los niños pequeños deben visitar al dentista desde una edad muy temprana (2 a 3 años) como medida preventiva, hoy hablaremos de la necesidad que tienen los peques de acudir con un especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilofacial, un ortodoncista.

Los problemas que resuelven los ortodoncistas en niños pequeños, se enfocan mucho más a problemas esqueléticos y óseos, lo que llamamos ortopedia.

Alguna alteración ortopédica de los maxilares, puede traer consecuencias graves a la salud buco-dental, y entre éstos, se encuentran los dientes desalineados o amontonados.

Hemos recibido preguntas de cuál es la edad recomendada para que los padres, conscientes de este tipo de problemas, puedan llevar a sus niños con un especialista de la salud, para evitar una alteración mayor de sus peques conforme su crecimiento.

La edad a la cual recomendamos llevar por primera vez a sus hijos con el ortodoncista, es a los 6 o 7 años.

Durante esta etapa, los pequeñines inician el recambio dental (comienzan a caerse los dientes de leche), por lo que se deberá mantener una visoría constante en relación al crecimiento del menor.

Alteraciones dentales en los niños

Entre las alteraciones que podemos encontrar en los niños pequeños, que se relacionan directamente con el tratamiento de un ortodoncista, se encuentran las siguientes:

Problemas de Clase II (Exceso Maxilar ó Deficiencia Mandibular)

Generalmente se da por un sobrecrecimiento del maxilar superior.

Esta etapa, realmente puede ser muy subjetiva, y se debe monitorear el crecimiento residual mandibular, ya que la mandíbula termina de crecer más tarde que el maxilar, lo que se podría dar en una compensación regular anteroposterior de ambos maxilares.

Podría confundirse con un problema de Clase II temporal, la cual es normal, siempre y cuando la diferencia entre maxilar y mandíbula no sea muy evidente. Cuando el problema óseo se da por un sobrecrecimiento maxilar, o bien una deficiencia mandibular, podemos denotar los dientes superiores salidos, con espacios, o la famosa cara de «Felipito».

La etapa ideal para estos niños, es cuando ya han erupcionado tanto las primeras molares permanentes superiores e inferiores, así como los 4 incisivos superiores e inferiores (aproximadamente a los 8 años).

Problemas de Clase III (Prognatismo Mandibular, Hipoplasia Maxilar o combinación de Ambas)

Este es un problema no muy común, sin embargo el número de personas afectadas por esta condición ha aumentado significativamente en los últimos años.

Consiste en un problema de hipoplasia (crecimiento deficiente) del maxilar, que debe ser tratado con aparatos ortopédicos (máscara facial) a la edad más temprana posible (5-6 años). El poder intervenir este problema desde una temprana edad, puede ayudar a evitar una cirugía ortognática en los pacientes a largo plazo.

Si el problema radica en sobrecrecimiento mandibular, o prognatismo mandibular, se deberá informar a los padres si la condición puede atenderse con ortopedia y camuflaje ortodóncico, o bien si el paciente debe someterse a una cirugía. Todo depende de la variabilidad biológica de cada individuo.

Mordida Abierta

Las mordidas abiertas son un problema serio. Sin embargo, su corrección a una edad temprana puede ayudar a evitar los malos hábitos que la ocasionan, siempre y cuando éste sea erradicado.

Pueden ser ocasionadas por hábitos como succión de dedo o succión labial, así como un problema postural o protracción de la lengua.

También pueden estar ocasionadas por una alteración en el crecimiento de los maxilares.

Se corrigen erradicando el problema que la ha generado, con la combinación de aparatos ortopédicos, o bien recordatorios linguales o brackets (puede ser la combinación de los mismos).

Sonrisa Gingival o Exceso Maxilar Vertical

En esta condición, los pacientes suelen mostrar mucha encía al hablar o al sonreír, lo que no resulta del todo agradable. Generalmente a edades tempranas este no es un factor que deba preocupar, a menos que la exposición de los dientes superiores sea excesiva.

Actualmente existen muchas formas de corregirla, que van desde la colocación de brackets, hasta la cirugía ortognática.

Diastemas

Los diastemas son espacios amplios entre los dientes (de 2mm    o más). Generalmente, el problema mayor se encuentra entre los dientes superiores y se relaciona con diversos factores, como el frenillo lingual fibroso, hábito de lengua, o bien una alteración en la erupción dentaria.

Su corrección es sencilla y eficaz, y depende mucho del factor causal del problema.

Poco espacio para los dientes permanentes

Los pequeñines generalmente deben contar con una sonrisa con espacios. El no tener espacios, o tener una dentadura alineada perfectamente desde muy pequeño puede ser un signo de evidente falta de espacio para la erupción de los dientes sucedáneos.

Es importante valorar todo esto, y el especialista podría hacerlo con un análisis de espacio y una radiografía panorámica de maxilares.

Es importante llevar a los niños a su primera visita al ortodoncista a los 6 o 7 años

Cabe señalar que los tratamientos ortopédicos no son rápidos, debido a que el paciente está siendo monitoreado y atendido durante su etapa de crecimiento, que no cesa en varios años.

El hecho de intervenir a tiempo un problema esquelético o dental, conlleva a tener una dentadura y armonía facial excelentes en la edad adulta. Por ello la importancia de no dejar pasar estas situaciones.

Para terminar, es importante mencionar que de igual forma, el ortodoncista no es el único especialista que puede atender a los pequeñines.

Los odontopediatras, o especialistas en niños, pueden atacar problemas relacionados con los dientes de los menores a edades mucho más tempranas, por lo que estamos hablando de una primera visita más pronta con el pediatra.

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